Mercado Laboral

La oferta de la universidad pública no se ajusta al mercado laboral: las plazas para cursar Magisterio multiplican por seis las de Matemáticas.

Cada curso sólo pueden matricularse 4.000 aspirantes a matemáticos, frente a 26.000 futuros maestros de Infantil y Primaria.

Las Universidades públicas ofrecen cada curso sólo 4.000 nuevas plazas para estudiar Matemáticas, a pesar de que es una de las carreras con mayor proyección laboral. Las notas de corte son cada vez más altas -a la altura de Medicina-, lo que provoca que muchos bachilleres con vocación se queden fuera. Los que tengan recursos económicos irán a la privada. Los que no puedan pagarlo tendrán que cursar otra titulación. Al mismo tiempo, y también según los datos oficiales del Ministerio de Universidades, hay una oferta anual de 26.000 nuevas plazas públicas para cursar Educación Infantil (12.000) y Educación Primaria (14.000), a pesar de que los campus forman a un 50% de maestros más de los que los colegios necesitarán en el futuro.

La universidad pública cumple la misión social de preservar el conocimiento, independiente de si este tiene o no salidas laborales, pero los expertos en gestión universitaria recomiendan no ignorar las señales del mercado. Hay seis veces más de plazas de Magisterio que de Matemáticas en los campus públicos,esto muestra un desajuste entre la oferta de titulaciones y la demanda de profesionales.Deberían buscarse mecanismos para habilitar más plazas públicas en grados de alta demanda.

Los campus privados se están quedando con los excedentes de estudiantes que no logran entrar en la pública. Según un estudio de Funcas, existe una inflación de notas altas porque, a pesar de que hay más universitarios que antes, la oferta de plazas de nuevo ingreso en las universidades públicas ha disminuido y cada vez hay más bachilleres que llegan con media de sobresaliente.

Al no existir una Selectividad única, la nota que un alumno saca en su región le sirve para entrar en cualquier universidad pública de España, lo que provoca que menos plazas se repartan entre muchos aspirantes.

El estudio, La empleabilidad de los jóvenes en España 2024 de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, insiste en que las disciplinas STEM (Ciencias, TecnologíaIngeniería y Matemáticas) son las que presentan una mejor inserción laboral.

Ya antes del Covid, el informe la Universidad en Cifras, publicado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), auguraba de la «saturación» para los titulados en Educación.«Los números no han cambiado, incluso la problemática se ha acentuado porque ahora hay más universidades privadas que ofertan Magisterio y, por lo tanto, hay más plazas », responde el economista Juan Hernández Armenteros, uno de los autores del estudio, que explica que «esta carrera siempre se llena en la pública porque la demanda de los alumnos es mayor que la oferta de plaza,el problema es que un maestro prácticamente sólo puede trabajar de maestro y no puede irse al extranjero. Y, como se van perdiendo unidades escolares porque hay cada vez menos niños, comienza a haber excedentes».

Esto se solucionaría o bien subiendo la nota de corte para acceder al grado o bien reduciendo el número de plazas. «Lo que se está haciendo es subir la nota de corte, no reducir plazas», augurando que «habrá personas que no podrán acceder a este empleo».

Faltan profesores de Matemáticas

«Para Magisterio hay capacidad de producir maestros pero no habrá empleabilidad. Para Matemáticas hay empleabilidad pero no capacidad de producir matemáticos porque los graduados se van a trabajar a las empresas, donde ganan más, y faltan profesores de Matemáticas».

Para reparar estos desajustes, Armenteros propone «hacer una planificación de la oferta» .Pide hacerlo «de forma coordinada» y «a nivel nacional», teniendo en cuenta ambas redes y pensando en el largo plazo.

El informe de Funcas muestra que las universidades públicas, en vez de aumentar las plazas, han reaccionado incrementando el número de titulaciones, una solución más barata pero que no soluciona las cosas. Ante eso, pide «mecanismos», como tener en cuenta la empleabilidad de las titulaciones para programar la oferta. También reclama vincular parte de la financiación a la inserción laboral.

Uno de los problemas que tiene la universidad pública es que no recibe ningún incentivo, más allá del prestigio profesional, por favorecer la empleabilidad de sus graduados. La privada, mientras tanto, ha ido ajustando su oferta al mercado de tal forma que eso ha contribuido a que los salarios y la empleabilidad de sus titulados sea más elevada y la tasa de afiliación a la Seguridad Social de las mujeres (71%) supere a la de los hombres (67%) a los dos años de terminar la carrera, mientras que en las universidades públicas se sigue la tendencia general y es ligeramente superior para los hombres (64% frente a 63%).

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