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La tecnología lidera las prioridades de formación en las empresas.

La actualización de habilidades es una prioridad de formación para el 71,34% de las empresas.
● A pesar de que el 97,45% de las empresas considera la formación crucial, el 44,44% de los empleados asegura no recibir apoyo de su empresa para formarse.

Un reciente análisis realizado por ANDATA para la Fundación EDUCA EDTECH, confirma que la tecnología se ha convertido en el eje central de las estrategias de actualización de habilidades (upskilling) dentro del panorama empresarial. La necesidad de dominar las herramientas digitales está impulsando la inversión en formación, consolidándose como una prioridad clara para la mayoría de las organizaciones.
El dominio digital: una prioridad indiscutible
Los datos revelan que la actualización de habilidades es una prioridad de formación para el 71,34% de las empresas, las cuales la destinan directamente a la formación en el uso de herramientas tecnológicas y digitales. Esto subraya un reconocimiento generalizado de que la competencia digital es fundamental para mantener la relevancia y la productividad en el entorno de trabajo moderno.
Rafael García-Parrado, CEO del grupo, señala que «La velocidad del cambio tecnológico exige una respuesta proactiva por parte de las empresas. La formación ya no es un gasto, sino una inversión estratégica para garantizar que el talento humano pueda capitalizar las ventajas de la digitalización.»
Además, en el tablero de juego del mercado laboral, donde la competencia por el talento es feroz, las empresas se enfrentan a una doble necesidad: atraer a los mejores profesionales y, aún más crucial, lograr que se queden. “Ya no basta con ofrecer un salario competitivo; los empleados de hoy buscan algo más: oportunidades de crecimiento y desarrollo” sentencia García-Parrado. En este contexto, la formación emerge como una herramienta estratégica de doble filo, capaz de captar el interés de candidatos ambiciosos y de fidelizar a aquellos que ya forman parte de la organización.
De hecho, las cifras apuntan a que los empleados valoran enormemente la posibilidad de aprender y evolucionar en su entorno laboral: casi el 90% de los empleados considera muy o bastante importante la formación a la hora de decidir si permanecer en una empresa o cambiar a otra. Esta cifra no es una mera estadística; es un grito silencioso que resuena en los pasillos de las empresas, una clara señal de que la inversión en el desarrollo profesional no es un lujo, sino una necesidad imperante.
Inversión sostenida en talento y tecnología
El compromiso de las empresas con esta adaptación del talento se refleja en su presupuesto. El estudio confirma que la inversión en programas de upskilling (actualización) y reskilling (reorientación de habilidades) es sostenida. Y es que, el surgimiento de nuevas tecnologías puede suponer un cambio disruptivo y una mejora probada en la productividad de los trabajadores, por lo que la mayoría de las empresas, el presupuesto anual dedicado a estas iniciativas se sitúa consistentemente entre el 10% y el 25% del presupuesto total de formación. Este esfuerzo presupuestario constante demuestra una estrategia a largo plazo para adaptar a los equipos a los continuos cambios en el mercado laboral y asegura que la fuerza de trabajo esté equipada para los desafíos del futuro.
Eso sí, aunque cada vez son más las compañías que apuestan por la formación (en España un 50,97% de las empresas destinan un presupuesto anual entre 10.000€ y 50.000€ para el desarrollo y aprendizaje de sus empleados), solo un 23,87% de las empresas españolas permiten inversiones superiores a los 50.000€. Por ello, el 44,44% de los empleados asegura no recibir apoyo de su empresa para formarse a pesar de que son muchos los Sin embargo, a pesar de que el 97,45% de las empresas considera la formación crucial.
A la hora de cambiar de puesto, para los perfiles en búsqueda de empleo, contar con un programa de formación estructurado demuestra que la empresa no solo busca cubrir una vacante, sino que apuesta por el crecimiento a largo plazo de sus empleados. En definitiva, en un mercado donde el talento es un bien escaso, ignorar la importancia de la formación es arriesgarse a perder el capital humano más valioso, y aprovechar la llegada de tecnologías en emergentes para ampliar la capacidad de los equipos, se presenta como una apuesta segura para la productividad y avance del tejido empresarial español.
En vista de estas cifras, EDUCA EDTECH Group insta a las empresas a reevaluar sus presupuestos de capacitación para que el tejido empresarial español pueda aprovechar las tecnologías emergentes y oportunidades de formación y así mejorar en automatización de procesos.
“Para capitalizar la ola tecnológica y mejorar la productividad a nivel europeo, es imperativo que las compañías vean la formación no como un gasto operativo, sino como la principal palanca para el crecimiento y la mitigación de riesgos en un entorno volátil” sentencia García-Parrado.

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