Mercado Laboral

Radiografía del funcionario del futuro en España: busca estabilidad, pero también vocación pública y conciliación.

  • Así se desprende del estudio del ‘Funcionario del Futuro’, elaborado por Supera Oposiciones, escuela especializada en la preparación de empleo público del grupo thePower Education, a partir del análisis de los perfiles de miles de alumnos de todo el país.
  • La escuela elabora esta radiografía para entender mejor cómo será el empleado público en 2026, año en el que las oposiciones seguirán siendo una salida laboral en alza.
  • El perfil del futuro funcionario español tiene unos 30 años, es mayoritariamente mujer, con estudios universitarios, estudia por las tardes y compagina trabajo y estudios.
  • Las generaciones millennial y centennial no solo buscan estabilidad económica, sino también bienestar emocional, conciliación y entornos de trabajo saludables.

El futuro funcionario español tiene algo más de 30 años, ha pasado por la universidad, trabaja y estudia por las tardes. Es, mayoritariamente, mujer, soltera y con un proyecto vital en construcción marcado por la búsqueda de estabilidad. Así se desprende del estudio del ‘Funcionario del Futuro’ elaborado por Supera Oposiciones, escuela especializada en la preparación de empleo público del grupo thePower Education, a partir del análisis de los perfiles de miles de alumnos de todo el país.

La escuela elabora esta radiografía para entender mejor cómo será el empleado público en 2026, año en el que las oposiciones seguirán siendo una salida laboral en alza. La radiografía también apunta un cambio del opositor “de toda la vida”, recién salido de la universidad o a punto de jubilarse, hacia un perfil que ya ha trabajado en el mercado laboral privado, que compatibiliza trabajo y estudio, y que ya no se conforma únicamente con un sueldo fijo, sino que busca vocación y aportar valor desde la Administración.

La Generación Millennial busca estabilidad y vocación pública

La edad media del opositor se sitúa en torno a los 33 y 34 años, y la mayoría de perfiles ya ha trabajado varios años en la empresa privada antes. Por lo tanto, la mayoría de los futuros opositores son millennials y centennials con experiencia laboral que, en su madurez profesional, apuestan por el empleo público.

Si hace una década el motivo principal de esta decisión residía en la seguridad y estabilidad de un sueldo fijo, un horario estable y un “trabajo para toda la vida”, hoy ya no es el único. El opositor actual busca propósito y aportar valor a la Administración, aplicando sus conocimientos para mejorar directamente la vida de la ciudadanía. No se trata de un movimiento impulsivo, sino de una apuesta meditada.

Según el análisis de Supera Oposiciones, este cambio hace al funcionario del futuro más exigente, más humano y más consciente del impacto de su trabajo. Se explica, en gran parte, por la sensibilidad, gran capacidad de adaptación y una marcada necesidad de alinear sus pensamientos, acciones y el lugar donde trabajan, que caracteriza a estas generaciones.

Un perfil más femenino, con estudios superiores y ya trabajando

El estudio confirma una fuerte feminización del perfil opositor -en prácticamente todas las categorías analizadas las mujeres son mayoría frente a los hombres- y el estado civil dominante es el de soltera. En su mayoría, se trata de mujeres que compaginan la preparación de las oposiciones con trabajo, familia y otras responsabilidades.

El futuro funcionario español será también un profesional altamente cualificado. Cerca de dos tercios de los opositores tiene estudios universitarios, ya sea grado o licenciatura, incluso cuando se preparan para cuerpos en los que formalmente no se exige esa titulación. Una cuarta parte cuenta con Bachillerato, especialmente en oposiciones administrativas y de auxiliar, y las personas con Formación Profesional, máster o doctorado también están presentes, aunque con menor peso.

Casi la mitad de los opositores trabaja a tiempo completo mientras prepara su plaza, y un 20% lo hace a tiempo parcial. A estos grupos se suman opositores autónomos, profesionales de sectores específicos -como la sanidad, educación, transporte, seguridad…- y personas desempleadas que han decidido reorientar su carrera.

La franja para estudiar dominante son las tardes y en segundo lugar se sitúan quienes tienen disponibilidad total. Las mañanas y los fines de semana completan la planificación, mientras que la noche queda como un refugio para una minoría que solo encuentra hueco cuando el día termina. En la práctica, el futuro funcionario es alguien que encaja temario, simulacros, clases y repasos entre turnos, obligaciones familiares y vida personal.

La diferencia territorial reside en cuándo se decide opositar, y plantea retos y oportunidades

Por Comunidades Autónomas, en Asturias, Galicia, Extremadura o la Comunitat Valenciana el opositor tiende a empezar en torno a los 30 años, y tras poca experiencia laboral o después de terminar sus estudios. Sin embargo, en regiones como Cantabria, Navarra o Aragón la decisión llega cerca de los 40, como salida de sectores muy castigados o marcados por la temporalidad.

Estas diferencias muestran que el funcionario del futuro no es un perfil homogéneo, sino un mosaico que responde al tejido productivo y a las oportunidades de empleo privado en cada territorio. Aún así, comparte similitudes que plantea nuevos retos y oportunidades para la Administración: por un lado, llega una generación que no solo busca estabilidad económica, sino también bienestar emocional, conciliación y entornos de trabajo saludables.

Por otro lado, este relevo generacional trae consigo un nuevo grueso de profesionales con alto nivel formativo y una fuerte carga de conciencia social, que se compromete con el empleo público para transformar la realidad de su sociedad. Aprovechar este capital humano exigirá a la Administración impulsar la innovación, la digitalización y una mayor participación interna en la mejora de procesos.

“Hace años la oposición se veía casi exclusivamente como una vía para conseguir seguridad. Hoy eso sigue siendo importante, pero ya no basta. Nuestros alumnos quieren estabilidad, sí, pero también coherencia y propósito. El funcionario del futuro no aspira solo a un sueldo fijo: quiere un trabajo con alma y con impacto social”, explica Jesús Polvorinos, director del área de Oposiciones de thePower Education (Supera Oposiciones).

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