InnovaciónTecnología

Llega la era Agentic AI: 8 claves que definen el nuevo escenario laboral y empresarial.

  • MIOTI Tech&Business School ha revelado los resultados de su último informe, titulado “El nuevo talento a explorar: Los agentes de IA” que refleja una visión clara del nuevo escenario profesional: la inteligencia artificial ha pasado de ser tendencia a convertirse en una necesidad estructural, transformando la forma en que trabajamos, lideramos y desarrollamos talento.
  • La irrupción del Agentic AI marca un nuevo escenario laboral: el paso de los chatbots a sistemas autónomos que planifican, actúan y colaboran entre sí, reconfigurando funciones y tiempos de trabajo.

Madrid, 29 de julio de 2025 – MIOTI Tech&Business School , la escuela de tecnología aplicada a los negocios líder en Data Science, Inteligencia Artificial y nuevas tecnologías,  ha revelado los resultados de su último informe: “El nuevo talento a explorar: Los agentes de IA”. El mismo refleja una visión clara del nuevo escenario profesional: la inteligencia artificial ha pasado de ser tendencia a convertirse en una necesidad estructural, transformando la forma en que trabajamos, lideramos y desarrollamos talento.

El estudio ha sido elaborado en base a las reflexiones abordadas en la tercera edición del Data Talent Innovation Summit, organizado por MIOTI. Un encuentro que reunió a empresas de referencia en Inteligencia Artificial (IA) como Microsoft, Google, Cloudera, AECOC, Securitas Direct o Havas y que contó con la participación de 60 líderes de recursos humanos y tecnología de compañías líderes de su sector.

“El dato, la inteligencia artificial, la automatización, son herramientas poderosísimas. Pero su valor real reside en lo que las personas —con pensamiento crítico, creatividad y visión— deciden hacer con ellas. No es la tecnología la que transforma, sino su uso consciente, ético y orientado al bien común.  La capacitación digital no puede ser una opción tardía; debe ser una prioridad estratégica para las empresas”, señala Fabiola Pérez, CEO de MIOTI Tech & Business School.

1. La IA ya no es una ventaja competitiva, sino una necesidad estructural

España es el país europeo donde más directivos afirman tener la Inteligencia Artificial (IA) como prioridad estratégica (81%), por encima incluso de la media global (75 %).  Sin embargo, esta ambición todavía no se traduce en madurez. Solo el 7% de las compañías se consideran realmente “AI future-ready”, según el MIT Sloan.

En 2025, integrar IA Generativa no será opcional: las organizaciones que no la integren quedarán irreversiblemente rezagadas en eficiencia, capacidad de respuesta y competitividad.

2. Nace una nueva categoría de talento: los agentes de IA

Una de las transformaciones más relevantes del actual ciclo tecnológico es la aparición de los llamados agentes de IA, sistemas autónomos capaces de ejecutar tareas complejas con un cierto grado de independencia operativa.

Además de su capacidad técnica, lo más significativo es su creciente accesibilidad. Herramientas como Cursor AI, Botpress o Lovable permiten a un usuario sin conocimientos técnicos generar su aplicación, página web, chatbot o e-commerce. Herramientas como Make, N8N o Power Platform, usadas en colaboración con APIs a modelos de IA Generativa, habilitan la creación de agentes inteligentes y la automatización de flujos de trabajo.

La irrupción del Agentic AI marca el paso de los chatbots a sistemas autónomos que planifican, actúan y colaboran entre sí, reconfigurando funciones y tiempos de trabajo.

3. El consumidor del futuro será un agente digital

Un cambio disruptivo que se vislumbra con claridad es el paso del consumidor humano al consumidor digital. En muchos contextos, ya no será la persona quien compre un producto o contrate un servicio, sino su agente personal.

En paralelo, emergen los llamados gemelos digitales: agentes personalizados que aprenden de sus usuarios, anticipan necesidades y ejecutan decisiones de bajo riesgo. Su función ya no será solo la asistencia, sino la representación operativa del usuario en su vida digital diaria. La personalización, tradicionalmente vista como una meta, se transforma en infraestructura invisible, ubicua y permanente.

4. La IA está reformulando el concepto de trabajo

Las organizaciones deben prepararse para un modelo híbrido en el que humanos y agentes trabajen en colaboración constante, compartiendo espacios digitales, responsabilidades y resultados. Esto exige cambios no solo en la tecnología, sino también en la cultura organizativa, en la formación interna y en la arquitectura de los flujos de trabajo.

La IA Generativa ya se integra en la operativa diaria de miles de profesionales, y su ausencia empezará a ser un síntoma de desactualización estructural. De hecho, algunas organizaciones ya están viendo mejoras operativas concretas: el tiempo medio que necesitaban los trabajadores del conocimiento para recuperar información se ha reducido de 15 minutos a solo 1 gracias a la integración de IA en los flujos de trabajo.

5. El reto ya no es tecnológico, sino cultural y organizativo

La incorporación de IA en las organizaciones avanza a distintos ritmos. Mientras algunas continúan trabajando con modelos básicos que apenas permiten interacción limitada, otras empiezan a operar con sistemas más autónomos que asumen tareas, toman decisiones, crean contenido y se alinean con objetivos definidos.

Un ejemplo de este cambio es la función de Agentes integrada recientemente en ChatGPT, que permite automatizar procesos más complejos y coordinar flujos de trabajo. Estas soluciones, con mayor autonomía y capacidad de acción, requieren nuevos marcos de trabajo y una comprensión clara de su funcionamiento dentro de cada departamento.

Pasar del Chatbot al Agentic AI no depende solo de adoptar herramientas más avanzadas. Supone ajustar estructuras internas, adaptar funciones y formar a los equipos para integrarlas de forma efectiva. La diferencia entre organizaciones que obtienen valor real de la IA y las que no lo hacen suele estar en este enfoque: entender el impacto organizativo y preparar al talento para trabajar con sistemas que actúan, interactúan y aprenden de forma continua y autónoma, favoreciendo la interacción humano-máquina.

6. El área de IT se convierte en el nuevo departamento de RRHH para agentes

Los equipos tecnológicos comienzan a gestionar ecosistemas de agentes de IA como si fuesen «colaboradores no humanos»: evaluando su rendimiento, asignando tareas y auditando sus decisiones. Nos encontramos en lo que ya podríamos denominar la era del Agentic AI, donde múltiples agentes trabajan coordinadamente, con grados elevados de autonomía y capacidad de decisión.

La IA, en especial en su modalidad “Agentic”, no elimina la necesidad de trabajadores humanos, pero sí transforma qué hacemos, cuándo lo hacemos y cómo lo hacemos.

7. Hay que pasar de los pilotos a la implementación con propósito

El despliegue de la inteligencia artificial en las empresas sigue marcado por la repetición de un mismo patrón: proliferan los proyectos piloto, las pruebas de concepto y los talleres internos, pero pocos se convierten en soluciones reales que escalen o generen valor.

Este atasco no responde a una falta de tecnología, sino a la ausencia de una hoja de ruta clara. Se prueba sin una meta concreta, se experimenta sin criterios definidos y se avanza sin saber muy bien hacia dónde. El resultado: muchas iniciativas se quedan en tierra de nadie, sin continuidad ni retorno.

Para que la IA sea algo más que una promesa, las organizaciones deben dejar atrás la fase de prueba constante y apostar por una implementación con sentido. Integrar lo que funciona, descartar lo que no y centrar los esfuerzos en aquello que impacta directamente en el negocio

8. El reskilling ágil y efectivo es la prioridad estratégica de RRHH

Según el Future of Jobs Report 2025 del World Economic Forum, 59 de cada 100 trabajadores necesitarán capacitación adicional antes de 2030. De ellos, 29 podrán ser reentrenados dentro de sus roles actuales, 19 podrán ser reasignados a nuevas funciones tras una formación adecuada, y 11 probablemente no recibirán la formación necesaria.

Esta brecha representa tanto una amenaza como una oportunidad: quienes actúen con rapidez y visión estratégica lograrán capitalizar el cambio, mientras que otros quedarán rezagados.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba