Innovación

La creación de spin-offs españolas del sector salud despega, aunque su crecimiento sigue lastrado por la dificultad de acceso a financiación.

Esta mañana se ha presentado el Informe “Evolución y tendencias del emprendimiento científico
del sector salud en España”, un documento que analiza la evolución de las spin-offs en el sector de
la salud español entre 2001 y 2023, destacando la necesidad de aumentar la inversión en I+D en
España y fortalecer la colaboración público-privada para mejorar la comercialización en
innovación.
 En el periodo analizado se han creado 199 spin-offs, concentradas principalmente en
biotecnología (57 %), seguida de tecnologías médicas (32 %) y salud digital (11 %).
 La mitad de la financiación obtenida por aquellas spin-offs que han sido compradas ha sido
aportada por entidades españolas, mientras que el resto provino de inversores internacionales,
principalmente de Norteamérica.
 Aunque España ocupa el noveno puesto en producción científica a nivel mundial, sigue rezagada
en transformar ese conocimiento en innovación tangible, lo que la sitúa en el puesto 28 del Índice
Global de Innovación.
 Cataluña lidera la generación de spin-offs en España, concentrando el 55 % de las empresas
analizadas, seguida de lejos por Madrid, Galicia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares.
También encabeza las operaciones de salida, con el 61 % de las operaciones de salida registradas.

Madrid, 24 de abril de 2025.- España se encuentra en una encrucijada en el ámbito de la ciencia y la
innovación; a pesar de ocupar el noveno puesto en producción científica a nivel mundial, el país sigue
rezagado en la conversión de este conocimiento en innovación tangible, situándose en el puesto 28 del
Índice Global de Innovación. Este desfase refleja la dificultad para trasladar la investigación académica al
sector productivo, lo que limita el impacto de los avances científicos en la economía y en la sociedad. En
este contexto, las spin-offs -empresas derivadas de instituciones académicas (44 %), hospitales (29 %)
o centros de investigación (27 %)- juegan un papel clave al actuar como puente entre la investigación y
la industria, facilitando la transferencia de tecnología y la generación de soluciones innovadoras en
sectores estratégicos como la salud.
Con el objetivo de comprender los desafíos y oportunidades a los que se enfrenta el ecosistema de
innovación en ciencias de la vida, la Fundación Botín y la consultora estratégica Inveniam Group han
elaborado el informe “Evolución y tendencias del emprendimiento científico del sector salud en
España”, un documento en el que se analizan las tendencias de creación de estas empresas entre 2001
y 2023, su acceso a financiación y las operaciones de salida (exits), es decir, el momento en el que la
compañía ha alcanzado la suficiente madurez para su venta, proporcionando liquidez a los fundadores y
a los primeros inversores.

Según este estudio, se han creado 199 spin-offs surgidas de la investigación pública en el periodo
analizado, concentradas principalmente en biotecnología (57 %), seguida de tecnologías médicas (32 %)
y salud digital (11 %). Cataluña lidera la generación de spin-offs en España, con el 55 % de las empresas
analizadas, muy por delante de otras comunidades como Madrid (11,5 %), Comunidad Valenciana y
Galicia (7 % cada una) o Andalucía (5 %), entre otras. Además, encabeza las operaciones de salida con
16 de los 26 exits registrados (61 %), seguida por Madrid (15,4 %), Galicia (11,5 %), Comunidad
Valenciana, Andalucía y Baleares (con un 3,8 % cada una).
El gran reto financiero de las spin-offs biomédicas en España
La maduración de una spin-off biomédica requiere de entre 7 y 15 años, y una elevada inversión de
capital, por lo que es esencial contar con fuentes de financiación adecuadas en cada etapa. El proceso
se estructura en varias fases con apoyos específicos, y en el caso de España existen más limitaciones que
otros mercados más robustos, lo que reduce la competitividad de sus spin-offs frente a sus pares en
países con mayor acceso a capital y sistemas de inversión más consolidados.
En la fase pre-semilla, la financiación pública predomina y se centra en validar conceptos y crear
prototipos, con iniciativas como CaixaImpulse de la Fundación La Caixa, AECC Innova de la Fundación
Científica de la AECC (FC-AECC) y programas autonómicos de innovación liderando el apoyo. En la fase
semilla, instrumentos públicos como NEOTEC del CDTI y el programa INNVIERTE son claves, aunque su
acceso implica burocracia y coinversión privada. También tienen un papel relevante programas de
entidades privadas como Mind the Gap de la Fundación Botín, S2B Health&Care de Fundación Ship2B,
AECC Impulso de FC-AECC y BStartup Health de Banco Sabadell. Aquí igualmente operan los business
angels y plataformas como Capital Cell, que facilitan fondos en esta etapa crítica. Además, desde 2015
existen gestoras de fondos especializadas en la inversión en fases tempranas. Por último, ya en la fase
de crecimiento, el capital riesgo nacional e internacional toma relevancia, junto con programas como el
EIC Accelerator del Consejo Europeo de Innovación, pero la financiación disponible sigue siendo
insuficiente frente a estándares europeos y norteamericanos.
Operaciones de salida: un proceso lento, pero con oportunidades de crecimiento
Un indicador importante de la buena salud del ecosistema de emprendimiento son las operaciones de
salida (exits). Entre 2001 y 2023 se han identificado 26 operaciones de salida de spin-offs sanitarias de
origen público en España, con un tiempo medio de 9,3 años entre su creación y la venta de la empresa o
la entrada de nuevos inversores. La biotecnología lidera en número de exits (81 %), siendo la mayoría de
las transacciones protagonizadas por empresas originadas en una única institución (69 %).
El análisis subraya que la mitad de los fondos de estas operaciones de salida fueron aportados por
entidades españolas, mientras que el resto provino de inversores internacionales, principalmente de
Norteamérica. Este dato refleja el creciente interés del ecosistema español de cara a los mercados
globales, aunque aún existe margen para fortalecer la inversión local en fases avanzadas del ciclo de
vida de estas empresas, lo cual a su vez es un factor clave para atraer capital internacional.

La falta de inversores especializados en fases avanzadas y la menor disponibilidad de financiación
privada en comparación con otros ecosistemas innovadores, como el estadounidense o el británico, han
limitado el ritmo de consolidación de muchas spin-offs sanitarias.
El Informe presentado concluye que es necesario reforzar de manera urgente la financiación de los
proyectos empresariales basados en I+D, ya que España está por debajo de la media europea. También
pone de relieve la importancia de los programas de apoyo a la transferencia de tecnología y a la
atracción del talento impulsados desde la administración, y el fortalecimiento de la colaboración
público-privada para alinear a las Oficinas de Transferencia Tecnológica (OTT) con los inversores, los
emprendedores y la industria, lo que elevará sin duda las tasas de éxito en la comercialización. Por
último, fomentar la inversión privada en fases avanzadas es clave, dada la falta de suficientes
inversores especializados que impulsen el escalado y consolidación de estas compañías; solo así se
aprovechará el potencial científico español para generar impacto económico y social.
El compromiso de la Fundación Botín con la ciencia
La Fundación Botín lleva más de veinte años impulsando la ciencia española, especialmente en el ámbito
de la investigación biomédica, con el objetivo de transformar el conocimiento científico en soluciones
que mejoren la salud, la calidad de vida y generen desarrollo económico, una labor que canaliza a través
de su Programa de Transferencia Tecnológica y la iniciativa Mind the Gap.
El Programa de Transferencia Tecnológica, activo desde hace dos décadas, apoya a investigadores e
instituciones en la gestión y comercialización de sus ideas, desde la evaluación hasta la formación de
alianzas con inversores y empresas. Colabora, por ejemplo, con el CIEMAT en terapias avanzadas para
enfermedades raras y, desde 2021, con la OEI en el programa FORCYT para fortalecer la transferencia
tecnológica en Latinoamérica. Por su parte, Mind the Gap fue creado en 2011 para fomentar el
emprendimiento biotecnológico en fases tempranas, invirtiendo hasta 500.000 euros por proyecto y
aportando asesoría experta. Con un modelo de cofinanciación público-privado, ha invertido 6,7
millones de euros, movilizando más de 26 millones de capital privado y 34 millones de ayudas públicas y
apoyando un portafolio de 9 empresas que, en 2024 y sostuvieron 159 empleos cualificados.

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